Los materiales peligrosos incluyen cualquier tipo de químicos y sustancias infecciosas. Inclusive artículos superficialmente inocuos como perfume, pintura o detergente para la ropa son considerados como mercancías IMO. El traslado de este tipo de cargas requiere considerar aspectos desde la distribución de la carga hasta permisos y regulaciones de almacenes y transportes. 

Las cargas peligrosas son aquellas que representan un riesgo para la salud, para la seguridad o que pueden producir daños en el medio ambiente o a las personas. Estos pueden ser daños producidos por la sustancia o producto en sí o por el contacto o reacción con otros productos y sustancias. 

Existen numerosas categorías en función de sus peculiaridades químicas y a su nivel de peligrosidad, pero en general se estima que existen más de 12.000 tipos de mercancías clasificadas como IMO. Para saber con seguridad si las mercancías que se van a transportar son peligrosas, se recomienda solicitar una ficha de seguridad del producto (en inglés material safety data sheet o MSDS). Este documento contiene las propiedades físicas y químicas del producto. 

El transporte de mercancías peligrosas debe cumplir una serie de condiciones con objetivo de minimizar en lo máximo posible o bien de anular el riesgo en este tipo de operaciones. 

Dichos requisitos vienen regularizados por una serie de acuerdos internacionales, en función del medio de transporte que se utilice. 

Si se están realizando operaciones de carga considerada IMO, es importante considerar por lo menos factores como: